Sean cuales sean
sus antecedentes culturales, la Biblia le ofrece consejos prácticos para
fortalecer su matrimonio y educar bien a sus hijos.


Se elabora en colaboración con las comunidades autónomas, siendo los Registros Civiles la fuente primaria de información, que se recoge a partir del boletín estadístico de matrimonio. Estos boletines se cumplimentan en el momento de inscribir el hecho demográfico en el Registro Civil por los cónyuges, en la parte relativa a los datos personales. El Registro en el que se inscribe el matrimonio completa los datos relativos a la inscripción
Hable en primera persona. En vez de acusar a su cónyuge por algo que hizo, hágale saber cómo se siente. Es más probable que responda bien si le dice: “Me siento despreciado cada vez que haces planes sin consultarme”, que si le dice: “Tú siempre haciendo planes sin consultarme”. (Principio bíblico: Colosenses
Sepa cuándo parar. Si
nota que están perdiendo el control y que las palabras empiezan a subir
de tono, quizás lo mejor sea dejar la discusión para otro momento.
No hay nada de malo en retirarse de una pelea y esperar a que los ánimos
se calmen.
prenda de matrimonios que se respetan. Si los malos ejemplos han influido en su manera de comunicarse, escuche cómo se hablan los matrimonios ejemplares e imítelos. (Principio bíblico: Filipenses 3:17.)
Reavive los sentimientos que los unieron. Las
palabras hirientes no nacen en la boca, sino en el corazón. De ahí que
sea tan importante nutrirlo con pensamientos y sentimientos positivos
acerca de su cónyuge. Hablen de las actividades que les gustaba realizar
juntos. Miren las fotos de sus primeros años. Recuerden las cosas que
los hacían reír y las cualidades que los atrajeron el uno al otro. (Principio bíblico:
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